domingo, 26 de diciembre de 2010

Asalto navideño al Staples





Antes de todo, desear feliz Navidad a toda la gente que ha seguido en mayor o menor medida las publicaciones de este blog durante este escaso mes de vida.
Dicho esto, entremos ya en materia para analizar el plato fuerte de la jornada navideña de la NBA, que viene marcada por las victorias de Knicks, Magic, Thunder y Warriors. Todos los equipos locales ofrecieron un bonito regalo de Navidad a su público. Todos menos uno, Los Angeles Lakers no tuvo opción ante unos Heat que, tras un inicio de campaña dubitativo, están en un momento de forma al alcance de muy pocos.



La jornada de Navidad es algo que se espera con mucha ilusión por parte del aficionado estadounidense al deporte de la canasta. Es una iniciativa que desde hace años la NBA cuida con especial delicadeza, tratando de ofrecer partidos dónde los mejores equipos se enfrenten entre sí para deleitar al público NBA en estas fechas tan señaladas. El plato fuerte de la jornada de este año, tenía nuevamente a los Lakers y a LeBron James como protagonistas. Como si de una nueva tradición navideña se tratara, LeBron, nuevamente se impuso a Bryant y los Lakers el día de Navidad, tal y como hiciera ya el año pasado. Eso sí, esta vez con la ayuda de Wade y Bosh, liderando a los Heat y formando el big three particular de los de Florida.

Los Heat se presentaban al Staples Center dispuestos a demostrar que son capaces de imponer su jerarquía ante rivales de entidad, algo que no consiguieron contra Celtics y Mavs. Miami, que pese a perder recientemente contra Dallas venía de una racha magnífica de resultados, cuenta además con que en este preciso momento de la temporada, sus 3 estrellas están por fin brillando a la vez. Chris Bosh ha despertado tras unos primeros partidos en los que su aportación fue mucho más que discreta, Wade ha encontrado de nuevo la racha anotadora y sus porcentajes han vuelto a la normalidad y LeBron, sigue siendo ese jugador "todo terreno" que domina las estadísticas con pasmosa facilidad. Del buen funcionamiento del "núcleo fuerte" de los Heat, se ven beneficiados el resto de integrantes del roster de Miami. Pese a que ayer el banquillo (salvo Mario Chalmers) no fue lo más destacado en la victoria ante los Lakers, ha sido pieza fundamental en la buena racha de resultados que atraviesan los Heat.
Por su parte, los Lakers se presentaban al choque navideño generando más dudas de lo normal que en los últimos años. Ya con Bynum de vuelta, el equipo californiano parece que no acaba de despertar, no le salen las cosas con la fluidez habitual y además, vienen de un ridículo mayúsculo ante los Bucks de Milwaukee, contra los que cayeron derrotados en el Staples Center con un último cuarto para olvidar y con un Kobe Bryant completamente fuera de sí, que acabó siendo expulsado. Pese a todo esto, Lakers sigue en la parte alta de la clasificación en el oeste, donde eso sí, tendrá que luchar duramente contra Spurs y Mavs por hacerse con el primer puesto de la Conferencia al final de la regular season.

Centrándonos ya en el partido de ayer, la gran expectación que generó el encuentro y la presión que se pretendía ejercer sobre LeBron James por parte del público de L.A., se quedaron en nada ante la tremenda autoridad de los Heat durante todo el partido. Los de Miami lograron una victoria muy cómoda antes los Lakers (96-80 para los Heat), que llegaron a ganar por 20 puntos durante los momentos finales del encuentro. Miami Heat impuso su autoridad defensiva, demostrando que, junto a los Celtics, son el mejor equipo defensivo de la NBA en estos momentos, sin lugar a dudas. El conjunto dirigido por Spoelstra se mostró muy eficaz contra el ataque angelino, la defensa individual de los Heat, incluyendo a sus 3 súper estrellas, es digna de mostrar como ejemplo a todos aquellos que se inician en la práctica del baloncesto. Miami lo hizo todo bien en la faceta defensiva, presionando al hombre con balón, tapando las líneas de pase, punteando los tiros, cerrando el rebote y forzando penetraciones siempre complicadas a sus rivales, ya que estaban bien defendidas, con una defensa que supo encerrarse en la zona cuando los Lakers intentaban imponer su juego interior, cabe decir que ni por asomo lo consiguieron. Además, también ahogaron a los Lakers a mediados del 2o cuarto con una defensa en zona que mermaba con creces la ejecución del triángulo ofensivo desarrollado por los de Phil Jackson. Toda esta superioridad defensiva, se convertía en situaciones de ataque ventajosas para los de Florida, que no permitían colocarse correctamente a los californianos en defensa cada vez que los Heat robaban un balón y salían al contragolpe como balas. Además, cuando Miami no podía correr, no tenía prisa en mover el balón y buscar la opción ofensiva más cómoda, demostrando a Lakers una gran eficacia en sus ataques utilizando el pick & roll que jugaron a las mil maravillas los Heat, y que defendió lamentablemente Lakers. En esto último, el uso del bloqueo y continuación, demostró Ilgauskas que es un jugador tremendamente útil, aunque físicamente esté en el momento más bajo de su carrera, pero que aprovechando su gran tamaño y su inteligencia sobre el parqué, hacían del lituano un arma muy peligrosa para los Lakers, no por su aportación directa, sino por todo lo que producía para sus compañeros en las penetraciones a canasta, que insisto, Lakers defendió a un nivel lamentable.

Ante toda esta superioridad por parte de los Heat, destacan dos cosas. El enorme partido de LeBron James, y el horrible partido de Lakers.
LeBron James dio una exhibición de juego en Los Angeles, consiguió su triple-doble número 31 desde que está en la NBA, convirtiéndose en el 2o jugador en activo con más triples-dobles en su haber, superando a Kobe Bryant (17) y Grant Hill (29) y sólo superado en la actualidad por Jason Kidd (105). El jugador de Akron, empezó el partido involucrando a sus compañeros y mostrándose luchador en el rebote, hecho que le permitió alcanzar las 11 capturas, para poco a poco ir entrando en el partido hasta irrumpir definitivamente con 27 puntos, en los que destacan una gran selección de tiro, lo que se traduce en un excelente acierto desde los lanzamientos triples.
La segunda cuestión destacable, es el horrible partido de los Lakers. Siendo sinceros, los Lakers se enfrentaron a un equipo que les borró del mapa gracias a su trabajada defensa, que fue prácticamente perfecta en el día de ayer, pero también es justo decir, que a los enormes méritos de los Heat, se suman deméritos muy a tener en cuenta por parte de los Lakers, hecho que creo que compartirán conmigo la mayoría de personas que vieron el partido en directo. Con esto no estoy minimizando el buen hacer de los Heat, en absoluto. Los Heat son justos ganadores del partido de Navidad y negar lo evidente sería estúpido y propio de una persona que no sabe apreciar la grandeza del deporte del baloncesto. Pero aún así hay que tener en cuenta que el partido se rompió demasiado pronto ante los errores de Lakers, como por ejemplo el mal inicio de Pau Gasol, que empezó el partido con 0-7 en sus tiros de campo. Lo mismo ocurrió con Kobe, con un Odom que pasó prácticamente desapercibido en el partido, un banquillo de Lakers que no funcionó en absoluto y la sensación general de que ya en el primer cuarto, los angelinos iban a tener una noche gris hasta el final. Los ataques de los californianos eran lentos y predecibles, cosa que desde luego no busca el triángulo ofensivo que ha demostrado ejecutar a las mil maravillas Lakers en tantas ocasiones, sino que se caracterizan por ser ataques dónde el balón se mueve con agilidad y se generan espacios suficientes para que la calidad de los Lakers salga a relucir. Desde luego, en este momento si por algo destaca el equipo de Phil Jackson es por estar completamente alejado de tal concepto.

En resumen, y por obvio que parezca, el partido de ayer se resumen con la siguiente frase: Miami Heat muy bien, Los Angeles Lakers fatal. Es obvio que el equipo que juega mejor suele imponerse al que lo hace mal, pero es que el partido de ayer refleja exactamente eso. Los Heat, tal y como he comentado, rozaron la perfección defensiva, que les permitió atacar con claridad y mover cómodamente el balón, rentabilizando al máximos sus posesiones. Por su parte, Lakers estuvo errático toda la noche y lógicamente pagó las consecuencias.

De todos modos, quiero acabar este post diciendo que la desigualdad que se mostró ayer en la cancha entre los dos equipos, no creo que sea tal. Ahora mismo los Heat presentan un balance de 23-9, por contra los Lakers presentan un 21-9, así que en realidad la igualdad es máxima. Estamos en diciembre y todavía nadie ha ganado nada. Si en la NBA actual hay dos equipos que han demostrado que no despiertan hasta que llegan los Playoffs, esos son los Lakers y por supuesto, los Celtics. Eso sí, en el caso de los angelinos, pese a que probablemente no ofrezcan su mejor versión hasta la post-temporada, deben mentalizarse ya mismo de que todos los equipos tienen especiales ganas de ganarles, no en vano son los actuales campeones de los dos últimos años, y que esta regular season sea la más dura para ellos en los últimos 3 años, con unos Mavs y unos Spurs en el oeste, que están apretando desde el principio.
Por su parte, los Heat demuestran que quieren colarse en ese pequeño Olimpo particular de favoritos a conquistar el título, que por lo menos para mí, siguen siendo Celtics y Lakers, que por algo son los dos últimos campeones y han reforzado sus plantillas.
Pase lo que pase, esperemos que la Liga sea lo más reñida posible y ofrezca partidos emocionantes hasta el inicio de los Playoffs, dónde espero que todos los grandes equipos muestren el máximo de su potencial. 

Saludos a todos y feliz Navidad.

1 comentario:

  1. Efectivamente la clave fue la defensa, sobre todo en la primera mitad, Kobe y Pau estuvieron horrorosos en ataque, en parte por la bien que fueron defendidos.
    Miami coje forma, pero sigo teniendo dudas sobre su juego interior, un equipo como los Celtics se pueden comer a los hombres altos de los Heats. Ya veremos en PO.

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