Sin plan y con la Copa del Rey a la vuelta de la esquina. ¿Nuevo ridículo?

La sección de baloncesto del Real Madrid es el ejemplo perfecto de mala organización. En estas dos últimas temporadas no han parado de aparecer y desaparecer jugadores en el roster madridista. Travis Hansen, Darjus Lavrinovic, Rimantas Kaukenas, las “vacaciones” pagadas de Marko Jaric, o Tomas Van de Spiegel. Ha sido la máxima del Real Madrid desde que es entrenado por Ettore Messina.

Desde que el italiano es entrenador del Real Madrid, se ha repetido la siguiente situación: jugadores que tienen protagonismo, como Lavrinovic y Kaukenas al inicio de la pasada campaña, juegan un mal partido y desaparecen del mapa del entrenador del conjunto madrileño. Mapa en el que por cierto, nunca ha aparecido, de manera inexplicable, Sergi Vidal, probablemente el mejor alero defensor de toda España con ritmo de juego en sus piernas, no lo digo yo, lo dicen muchos aficionados y expertos en baloncesto.

A despropósitos que comentaremos con mayor profundidad más adelante, cabe destacar la nueva “manía” de esta temporada. Este año hay "overbooking" de jugadores interiores, a cual más improductivo, salvo la infinita capacidad de lucha de Felipe Reyes, un Felipe Reyes que, de todos modos, no es el de hace unos años. Como bien se ha comentado en muchas ocasiones, el Madrid se hizo el año pasado con Ante Tomic, jugador al que algunos medios de este país intentaron vender como el “nuevo Pau Gasol”, para plantar cara al poderoso juego interior del Barcelona (ejemplo perfecto de confección de una plantilla) y competir con garantías en la Euroliga, me parece vergonzoso y ofensivo para el que hasta la fecha sea probablemente el mejor jugador español de baloncesto de la historia hacer tal comparación. Aún más teniendo en cuenta que no se consiguió ni plantar cara al Barcelona, ni ser competitivos en Euroliga. Tomic tiene bastante talento ofensivo, sí. En ataque se muestra inteligente, técnico y con un más que notable juego de pies, que acompaña con buenos movimientos cerca del aro. Pero con todo ello, no consigue destacar de manera contundente, como se esperaba, ni mucho menos tener algo de ese “nuevo Gasol”. Tomic es extremadamente blando, tanto en ataque como en defensa. Sus movimientos en la faceta ofensiva son técnicos como he dicho, pero carecen de la agilidad y, por encima de todo, de la agresividad necesaria para ser propios de un jugador al que se le pueda considerar una estrella. Sin ningún tipo de sangre, ni voluntad aparente por ponerle remedio al asunto, es lógico entender como en ocasiones pívots de apenas 2 metros de estatura le han llegado a hacer verdaderos trajes a medida. El más reciente que recuerdo, contra el Brose Baskets alemán, un equipo de sobras asequible que sacó los colores al Real Madrid en los dos partidos, el de ida, dónde el Real Madrid venció por 2 puntos en su cancha, y por supuesto en la vuelta, donde se hizo justicia baloncestística y el Brose Baskets dio una lección de juego colectivo y entrega al Real Madrid, alzándose con la victoria, y dejando en ridículo a Tomic en más de una ocasión con su juego interior, no precisamente lleno de centímetros.

Luego está Fischer, un mastodonte que lo único que ha producido desde su llegada al equipo son tapones, tapones que en su mayoría no son a jugadores interiores sino desde ayudas en penetraciones de "bajitos", y que es completamente improductivo en la elaboración ofensiva del equipo. Ahora llega Begic que, no nos engañemos, no es una gran estrella del baloncesto europeo. En Lituania, ha cumplido su papel, de acuerdo, pero pese a su gran estatura, 2.20 metros, no ha demostrado ser un reboteador sólido, más bien aporta intimidación y tapones... vamos, lo mismo que se decía al llegar Fischer, así que nueva muestra de la evidente descompensación de la plantilla y la acumulación excesiva de jugadores interiores.

¿Funcionará Begic?. Pues la cuestión es la de siempre, puede funcionar, sí, claro que puede, la cuestión es si Messina hará que funcione. Desde su llegada al conjunto blanco lo que más ha conseguido Ettore es destrozar la confianza de los integrantes de la plantilla, de todos menos de Reyes y Llull, pero con Llull tirando del carro es imposible ganar nada. No es un futuro súper NBA ni nada de eso, por mucha calidad que tenga y por mucho que nos vendan también que puede ser un futuro “ÑBA”, como dice de manera ridícula la prensa.

En mi opinión el Madrid necesita un cambio de plan urgentemente. Confeccionar de una vez una plantilla equilibrada y consistente, olvidándose del Barcelona y si es necesario de la temporada, que sea dirigida con o sin Messina, pero que, entrenada por quien sea y desde el sentido común, de la sensación de ser un equipo con pies y cabeza, diseñado para jugar a una forma de baloncesto, siendo capaces de imponer su juego en los partidos, no con jugadores que son una mezcla de estilos distintos, como ocurre actualmente, por ejemplo, con la presencia de Tucker en cancha, y la pausa que impone al juego Pablo Prigioni, que choca enormemente con las características de Llull, o Sergio Rodríguez (nuevo fracaso de momento), y que genera un caos más que visible, que llega a su punto álgido cada vez que se enfrenta al Barcelona.

Tal y como he comentado unas líneas más arriba, el no contar con Sergi Vidal, es una muestra evidente de la incapacidad de dirigir de manera coherente a este Real Madrid por parte de Messina. De Vidal no se tienen dudas sobre sus cualidades, las ha demostrado de sobras en su anterior etapa en el TAU (actualmente Caja Laboral) y es de sobras conocido su gran rendimiento con minutos a su disposición. Tampoco ha sabido manejar de forma acertada el enorme potencial que creo que tiene Novica Velickovic, que si se echa a perder, será gracias al entrenador italiano que ha cortado en seco su progresión. Novica ha demostrado tanto con su selección, como antes de su llegada al Real Madrid, que tiene grandes cualidades para ser un muy buen jugador de baloncesto.

Dentro de toda esta interminable cadena de errores, hay una pequeña esperanza a que los aciertos de Carlos Suárez y Nikola Mirotic, sean algo duradero y Messina no les retire la confianza. Suárez es con creces el mejor fichaje de estas últimas dos temporadas, un alero alto multiusos de los que se cotizan alto hoy en día.

Mirotic es la “perla” de la cantera madridista, el nacionalizado español tiene mucho futuro por delante y demuestra tener gran conocimiento del juego, sólo necesita de oportunidades para ir mejorando y nutriendo de más recursos a su juego, mejorar su capacidad defensiva, agresividad, etc., pero su futuro es prometedor, sin lugar a dudas. Si Messina no le pone freno, claro.

Y todo esto con la Copa del Rey a la vuelta de la esquina, donde el Barcelona es el gran favorito, como no podía ser de otra manera, el Caja Laboral puede ganarle a cualquiera, como siempre, y el Real Madrid puede hacer nuevamente el ridículo si disputa la final contra el Barcelona y es nuevamente arrollado, o si cae eliminado por culpa del caos organizativo que vive tanto en la confección de su plantilla, como en la cancha.

P.D.: Podría hablar también del despropósito que supone en mi humilde opinión, mantener a Garbajosa, o deshacerse de Bullock para contratar a Clay Tucker, pero necesitaría un post entero para hacerlo.

Eduardo Góngora