Forman parte de la historia

Con poco tiempo últimamente para el baloncesto, remarcar los últimos acontecimientos que ya son historia viva del deporte de la canasta, y que se han sucedido uno tras otro en un espacio muy corto de tiempo, escasos 4 días.

El primero de los acontecimientos que ya forma parte de la historia del baloncesto, es que por fin alguien ha superado a Reggie Miller en número de triples anotados en regular season. No podía ser otro que el elegantísimo Ray Allen, cuya mecánica de tiro es de las más bellas que han pasado por el mundo del baloncesto y también una de las más efectivas. Digna de ser mostrada como ejemplo de tiro en suspensión a todos aquellos que quieran aprender esta técnica. Ray Allen superó a Reggie Miller en esta estadística el pasado jueves, en la derrota de su equipo, los Boston Celtics, ante unos Lakers que parece ser que empiezan a enseñar sus cartas al 100%, con previsión de mostrar su mejor versión tras el descanso del All-Star. Veremos si así ocurre.

Ray Allen suma en estos momentos la espectacular cifra de 2562 triples anotados, sin tener en cuenta los que pueda anotar en el partido que enfrenta en el mismo momento de la redacción de este artículo ante los Heat de Miami. Con esta cantidad de triples anotados, Ray Allen se sitúa como el máximo anotador de tiros triples en la historia de la NBA, en lo que a regular season se refiere. Sin embargo, todavía se encuentra a 65 triples anotados de Reggie Miller, si sumamos los lanzamientos anotados tanto en la regular season como en los Playoffs. Reggie Miller cuenta con 2880 triples anotados a lo largo de su trayectoria NBA, mientras que Ray Allen cuenta con 2815 canastas de triple anotadas.

El segundo acontecimiento que ya forma parte de la historia del baloncesto, concretamente de la liga española, es la reciente victoria del Barcelona en la Copa del Rey disputada en Madrid. El Barcelona venía como claro favorito para llevarse el título, rompiendo así la tradición que venía cumpliéndose desde hace ya bastantes años, que marcaba que un equipo no alzaba el título 2 veces seguidas. El Barcelona parece haber roto este maleficio contra su eterno rival, el Real Madrid, que ha permanecido con opciones en el encuentro más tiempo del esperado, decidiéndose el partido en la segunda parte, cuando el conjunto entrenado por Xavi Pascual ha cogido una pequeña ventaja de 7 puntos, que hacía prever que iba a ser prácticamente imposible de alcanzar por un Real Madrid que estaba jugando al máximo de sus posibilidades, con una defensa acertada pero insuficiente, sobre todo por parte de Carlos Suárez, que ha permitido al Barcelona alzarse con la victoria final. Es más que destacable el gran partido de Alan Anderson en esta final, teniendo en cuenta que este jugador se incorporó a la disciplina azulgrana ya empezada la temporada, que se ha alzado con el MVP de la Copa del Rey de forma muy merecida. Este hecho queda ya en la historia como el dato que iguala a Real Madrid y Barcelona en títulos de Copa del Rey conseguidos, con 22 cada uno.

El último acontecimiento y, por desgracia, el más triste de todos ellos, es la despedida de Jerry Sloan del mundo de los banquillos NBA. Jerry Sloan llegó hace 23 años a los Jazz de Utah, llevándoles a dos finales consecutivas en 1997 y 1998, dónde cayeron ante los poderosos Chicago Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen, entre otros, ante los que perdieron en las dos ocasiones por 4-2. Además de jugar dos finales de la NBA, convirtió a los Jazz en uno de los equipos asiduos a jugar los Playoffs en la dura Conferencia Oeste y ha tenido el privilegio de entrenar a uno de los mejores dúos de la historia de la NBA, John Stockton y Karl Malone.

Jerry Sloan, bajo mi punto de vista, se va desgraciadamente por la puerta de atrás. La NBA jamás le ha reconocido su gran labor a las ordenes del banquillo de la franquicia mormona, hecho que le ha privado del galardón de “entrenador del año”, que ha merecido en más de una ocasión. Jerry Sloan se ha ido, y es turno de la NBA corregir un error que ha cometido durante estos 23 años, reconocer de una vez por todas el conocimiento del baloncesto que ha mostrado Jerry Sloan, y otorgarle algún premio a su carrera profesional. Lo merece.

Eduardo Góngora